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Enclavado en el corazón del pueblo mágico de El Rosario, se encuentran los hundidos, actualmente conocido como la Laguna del Iguanero, entre árboles frutales y de la región como plátanos, mangos, guamúchiles y sauces llorones que te impregnan de nostalgia de aquel Rosario grandioso por su historia en la minería.

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Cuenta la leyenda que un caporal llamado Bonifacio Rojas sale a buscar unas vacas que habían soltado para pastar. Al darse cuenta que le hacía falta una de ellas, emprende la búsqueda a galope en su caballo. Una rama le arrebata el Rosario que traía colgado en su cuello. Para no perderlo por su valor sentimental a este, decide arrojar el sombrero como seña para regresar más tarde por él.

Laguna del Iguanero

Al encontrar la res regresa al lugar donde se le había caído su Rosario pero ya era muy noche para regresar a la Hacienda, decide acampar en ese lugar y enciende una gran fogata.

Al levantarse al día siguiente, remueve las cenizas con una vara y se da cuenta que la piedra se había derretido, le da parte a su patrón y de un golpe con una herramienta saca un tajo de la roca, para su asombro la piedra estaba impregnada de plata de muy buena calidad.

Laguna del Iguanero

No tardo mucho cuando los buscadores del precioso metal se dieron cuenta de tal hallazgo y empezaron a ubicarse alrededor de este lugar y así es como da inicio la fundación de nuestro Ex Real de Minas.

La mina a cielo abierto fue llamada Minas del Tajo, de ella se desprenden interesantes historias tales como la de Lewis Leonard Bradbury, quien obtuviera acciones de estas minas, se enamoró de una bella y humilde señorita Rosarense llamada Simona Martínez, que trabajaba haciendo labores domésticas en la casa de la Loma, donde eran las oficinas de las Minas del Tajo, dada la importancia y la riqueza de Simona Martínez de Bradbury fue conocida como “La Cenicienta de El Rosario”.

Laguna del Iguanero

No fue sino hasta 1936, cuando un huracán azoto a El Rosario y la mina a cielo abierto de donde se obtenían bastantes cantidades de oro y plata quedo completamente inundada, el gerente de ese momento Milton K. Campbell se encontraba en unas de las recamaras de la casa de las Minas del Tajo.

al salir y observar la magnitud del huracán y de pensar que sus trabajadores quedaron bajo las aguas en aquellas minas, le da un infarto fulminante que acabo con su vida, de haber observado el reloj, se hubiera percatado que no había nadie laborando en ese momento ya que era la hora de la comida.  

Lic. Mario Alberto Tirado Rodríguez

Reseña: Lic. Mario Alberto Tirado Rodríguez

Director de Turismo de El Rosario

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